El Dr. Howard Gardner propuso la teoría de inteligencias múltiples, consideradas por cuantificaciones que su cumplimiento les da esa definición. Según el Dr. Howard casi todas las personas tenemos la totalidad de estas inteligencias, pero individualmente desarrolladas de modo y nivel particular, sea por la dotación biológica de cada uno o su interacción con el entorno, así mismo de la cultura imperante en su momento histórico. Inteligencias que combinamos y usamos en diferentes grados de forma muy individual.
Se trata de ocho inteligencias y son: Musical, personas capaces de percibir, diferenciar, convertir y expresar las formas musicales. Corporal-cinestésica, personas capaces de usar su propio cuerpo en la expresión de ideas y sentimientos. Lingüística, personas capaces de usar la palabra en forma eficaz de forma oral o escrita. Lógico-matemática, personas capaces de usar los números de manera efectiva y de razonar adecuadamente. Espacial, personas capaces de pensar en tres dimensiones producir e interpretar información gráfica, figuras, mapas. Interpersonal, personas capaces de entender a las otras personas y relacionarse eficazmente con ellas. Intrapersonal, personas capaces de fundar un conocimiento preciso respecto de sí mismos, además de organizar su propia vida. Naturalista, personas capaces de distinguir, clasificar y utilizar elementos del medio ambiente y de la naturaleza.
Sin embargo los programas de enseñanza tradicional se limitan a concentrarse en la preponderancia de las inteligencias lingüística y lógico-matemática restando o a veces ignorando la importancia de las otras inteligencias. Por tal motivo muchos estudiantes no se destacan en el dominio de las inteligencias académicas tradicionales.
Según Fernando Lapalma existen dos tipos de experiencias extremas que es importante tener en cuenta: las cristalizantes y las paralizantes. Las primeras son claves para el desarrollo del talento y de las habilidades en las personas. Por otro lado, las segundas, son aquellas que bloquean el desarrollo de una inteligencia. La responsabilidad de las figuras parentales es enorme, por lo que hay que tomar conciencia de ello y actuar en beneficio del educando.
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